En su primer libro de cuentos, Claudia Sutulov Baeza deslumbra con historias que abordan diversas complejidades de la emocionalidad humana. Con una prosa que roza la poesía, su pluma ágil profundiza en conflictos y traumas de la infancia, en los insondables laberintos de la vida adulta y en los tormentosos caminos de las relaciones de pareja.
El fin del deseo, la búsqueda de la felicidad y la violencia de género son encarados sin miedo en estos relatos, que marcan sin vacilaciones el debut en las letras de esta promisoria autora valdiviana.
Es tiempo de leonas, ya estamos. Y si no lo sabe, sépalo. Sépase. Y es que la poeta y escritora Natasha Valdés anda por aquí poniéndole, como es su músculo, garras al asunto. Y Anfitrite lo sabe, ¡carajo! Entonces comamos con delicia este caracol. Porque este libro de narraciones y poemas es un caracol. Caracola y caracol. Todos los animales destas páginas de madera lo asimilan, colaborando con Natasha, así de perra en perra, calórica, sábete querido Quijote; maúllale si es que puedes y sin pensar en domesticarla.
En fin. O en principio. Yo la miro, leo este libro con ojos de perro. A Valdés, toda ella en su cotidiana zona de guerra, que da siempre entrada por la Gran Fuga, la leo y la aspiro con gozo, ques como se debe.