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Emoción es poco. Nuestro agradecimiento es infinito con todas y todos aquellos lectores que durante estas semanas se dieron el tiempo de descubrir y compartir nuestra aventura llamada Te Leo. Esperamos de corazón que hayan disfrutado con nuestro primer número y que esta comunidad en torno a la lectura siga creciendo.
A pocas horas de que se conmemore un nuevo 8M, fue inevitable que esta edición estuviera dedicada a todas aquellas soldadas de las letras que hacen del panorama literario y cultural un mejor lugar para habitar. Nuestro reportaje central justamente aborda el desafío que significa leer el trabajo escritural de mujeres, y no solo desde el punto de vista de los lectores que aún se sienten intimidados ante el pensamiento femenino: escribir, publicar y dar a conocer su obra sigue siendo una proeza para muchas autoras. Gracias a todas quienes participaron con sus testimonios.
Y una reflexión sobre el tema que ha causado polémica en los últimos días previos a cerrar esta edición. A nuestro juicio, las obras literarias son hijas y espejos de su tiempo, y deben ser entendidas en ese contexto. ¿No es más sano dar espacio a tantas y magníficas voces nuevas, reflejos de esta era y sus sociedades, en vez de “actualizar” obras clásicas? ¿Es miedo a lo desconocido, o solo el afán de seguir explotando un producto que ya tuvo su momento?
Recuerden que todos los libros reseñados en este número pueden ser adquiridos haciendo clic en el banner correspondiente.
Y les invitamos a disfrutar con la lectura de este segundo número de Revista Te Leo. Porque leer es un placer.
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