Tres años después de mi llegada a Berlín cayó inesperadamente el Muro. Alemania Oriental y Chile regresaron juntos a la democracia. Poco después partió Honecker a morir en Chile. Todo eso me pareció literario y quise relatarlo en Luz en Berlín. Es una novela sobre el exilio chileno en Alemania, el fin de la Guerra Fría y la transición chilena a la democracia. En el fondo, quise compartir con mis lectores chilenos lo que ocurrió en Alemania en ese tiempo, que yo viví tan de cerca. Luz en Berlín es también una historia de amor y de aventuras de latinoamericanos cuando caía el Muro.
Manu es el clásico post adolescente tardío. Casi no pesca a sus padres, fuma hierba con el veintiúnico amigo que tiene y gasta cada escuálido peso en CD’s. En un Valparaíso analógico de fines de los noventa, el muchacho estudia diseño porque le alcanza el puntaje para eso. No hay sueños, ni siquiera aspiraciones. Participa sin mucho entusiasmo en una marcha, y arrancando de las lacrimógenas conoce a Lucy. Sus escasos intereses comienzan a girar en torno a la chica, y no se percata de las advertencias que su aspecto MTV’s alternative girl parecen gritarle.
Hace unos meses la periodista Paola Passig me escribió para invitarme a participar en una antología de relatos. Quería reunir en un libro textos de diferentes cronistas y escritores sobre lo que fueron los días del Golpe. Si bien el contexto resultaba obvio —la conmemoración de los 50 años del 11 de septiembre de 1973—, había algo muy novedoso en su propuesta. Paola buscaba recuperar la mirada de la infancia acerca de ese momento bisagra que fue el derrocamiento del presidente Allende y que nos hundió en 17 años de oscuridad y barbarie.
De un tiempo a esta parte, ese ejercicio, volver a ver el mundo con los ojos de un niño, se ha convertido en mí en una dinámica recurrente. Cada vez que me enfrento a un proyecto editorial que está orientado a una audiencia infantil, mi estrategia narrativa pasa por ese ejercicio hermoso que es recuperar la infancia y escribir como si viera la
Me he quedado con tu cadáver, de Ana María del Río, es un delicado volumen de cuentos en formato pequeño, casi de bolsillo, con ilustraciones. Los nueve relatos abordan principalmente dolor y abandono en infancias de clase acomodada, alternando con historias sobre las atrocidades de los militares durante la dictadura y de parejas que se pierden el uno del otro por el paso del tiempo, la distancia y la pérdida de la memoria.
«Mi Hogar es un Bosque Encantado» es una obra que combina magia, aventura y ecología en una narrativa cautivadora. Con personajes entrañables, escenarios evocadores y un mensaje inspirador, esta novela es un tesoro para aquellos que buscan sumergirse en un mundo de fantasía y descubrir la belleza y el misterio de la naturaleza. Con su capacidad para transportar al lector a lugares imaginarios y despertar su curiosidad por el mundo natural, esta obra perdurará en la memoria de sus lectores mucho después de que hayan vuelto a cerrar sus páginas llenas de humor, descubrimientos y amistad.
Con humor y buenos datos, este libro gráfico nos resume de forma magistral la historia de los mundiales de fútbol con buenas y novedosas anécdotas. La sinergia entre las historias y las viñetas dan vida a un libro entretenido y rápido para disfrutar en familia.
Mientras escribo estas líneas sobre el libro de cuentos Mosaico, de Amaia Nahuel, en el mundo está ocurriendo uno de esos fenómenos que una esperaba desde niña que pasara: en el congreso de Estados Unidos tres militares entregan bajo juramento su testimonio sobre la existencia de vida en otros planetas y hasta naves extraterrestres tienen para demostrarlo. Lo menciono porque no deja de ser llamativo que cada cierto tiempo ocurran fenómenos que nos gustaría ver con ojos de niña, de niño, llenos de asombro, lejos del miedo adulto de que los alienígenas nos vengan a quitar las casas o que se desplome la economía que mantiene la eterna maquinita andando.
Para disfrutar de la fantasía hay que dejarse llevar por la niña/el niño que llevamos en nuestro interior. Hay que abrirse a la posibilidad de lo impensado, y dejarse llevar por la emoción y la aventura sin aferrarse a qué tan real o factible es aquello que nos están contando. Dejar para otro día la lógica. Soñar con que todo puede pasar. Mosaico es una buena prueba de ello. Amaia Nahuel abre con suavidad una puerta hacia lo desconocido y nos invita a viajar a través de océanos y portentos tecnológicos de la mano de personajes entrañables. U odiables.
Este libro no solo es la biografía de un gran hombre y su tiempo, es también una notable historia cultural del Chile de mediados del siglo XX. Una investigación minuciosa de la vida y obra del portugués Carlos George Nascimento, desde su llegada a Chile a principios de dicho siglo, sin nada más que lo puesto y a probar suerte, hasta terminar siendo uno de los personajes más relevantes para el mundo cultural entre los años 30 y 60 como editor de Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Nicanor Parra, María Luisa Bombal, Marta Brunet y muchísimos otros, y creador de la emblemática librería Nascimento de la calle Huérfanos, lugar ícono de la movida cultural de la época. La obra también muestra uno de los capítulos más importantes de la edición en Chile y de cómo fue entonces el atribulado mundo editorial y cultural. Con gran destreza narrativa, talento literario y una investigación acabada, el periodista, escritor y también editor Felipe Reyes hace un extraordinario recorrido por la historia del libro y de los autores en nuestro país. Edita: Lumen.
La historia que aquí abordamos se elabora a partir de algunos sucesos ocurridos en Quillota a mediados de los años cincuenta, de manera que la narrativa fluye en torno a un hecho histórico: el descubrimiento de un cementerio indígena al iniciar la construcción del estadio municipal de la ciudad. Allí aparecen algunos restos arqueológicos prehispánicos como vasijas, objetos de piedra, huesos y piezas decorativas que salen a la luz. Este acontecimiento es el que opera como señal de alarma. Las obras se suspenden, hay objetos perdidos y el rumor sobre el hallazgo circula por las calles e inicia el movimiento de personajes hacia la zona. Las relaciones se enrarecen entre ellos y sus intenciones divergentes mueven la historia en un damero donde se suceden manipulaciones, conspiraciones y amenazas, que sorprenden al lector porque alteran la cotidianidad del lugar y despiertan el imaginario de la memoria colectiva soltando monstruos y demonios.
Vuelvo a leer “Palpitar Sonámbulo” después de unos meses para preparar estas líneas y mi sensación es exactamente la misma que la primera vez. Pienso en la universalidad de algunos versos y me identifico, para
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